ELLOS OPINAN RD
No lo hace una vez. Lo hace muchas. Cada vez que siente presión, entiende que no está fracasando…está creciendo.
En la vida es igual. Los niños que aprenden a tolerar la frustración,
a resolver en vez de rendirse, a levantarse aunque tengan miedo,
son los que más lejos llegan.
No por talento. Sino por carácter.
No por suerte. Sino por hábitos.
Si quieres que tu hijo sea millonario, no le enseñes a buscar comodidad. Enséñale a encontrar valor en la incomodidad.
Enséñale que el dolor no es enemigo, sino el aviso de que está por romper su límite. Cuando la vida se abre, no le des excusas. Dale herramientas. Dale ejemplo.
Porque cada vez que rompe su caparazón, el mundo le quedará más grande…y él también.
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